La estadounidense Moody's Investors Service rebajó las calificaciones de emisor y de deuda senior no garantizada de largo plazo -tanto en moneda local y extranjera- de Chile desde A1 a A2. Además, cambió la perspectiva "negativa" a "estable".
La última vez que la agencia clasificadora de riesgo había modificado el indicador de nuestro país fue en julio de 2018, cuando lo pasó de AA3 -donde estaba desde 2010- a A1.
En un comunicado, la entidad informó que "la rebaja de la calificación fue impulsada por las tendencias fiscales y económicas que han debilitado de forma gradual pero persistente el perfil crediticio de Chile, alineándolo con el de sus pares con calificación A2".
Apuntó a que si bien el país "entró en la crisis del coronavirus con una deuda más baja que sus pares y con amortiguadores fiscales, la carga de su deuda había estado aumentando constantemente antes de la crisis y la pandemia exacerbó la tendencia alcista".
Aunque el reporte señaló que el triunfo del Rechazo da cuenta de que "el consenso político probablemente se ha desplazado a favor de cambios más modestos", aseveró que el proceso constituyente "sigue sin resolverse y probablemente conducirá a un aumento estructural del gasto social en un momento en que las perspectivas de crecimiento a mediano plazo siguen siendo modestas".
“Además el próximo presupuesto reflejará claramente estas prioridades y el compromiso del Gobierno de consolidar las finanzas públicas y contener la expansión de la deuda", indicó el jefe de la billetera fiscal.
Pese a ello, Marcel lamentó que "desgraciadamente no ha pasado el tiempo suficiente como para revertir las percepciones generadas por el severo deterioro fiscal de los tres años anteriores, pero estamos confiados en que, de mantener el actual curso, podremos no sólo mejorar nuestro perfil de riesgo, sino que proporcionar una base económica sólida para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía”.