El estudio también mostró que el 83% siente temor de ser asaltado durante sus traslados. Además, un 50% de los participantes consideró que el riesgo de ser asaltado aumentó en Santiago, misma cifra que percibe mayor agresividad en las calles.
Sumado a lo anterior, un 40% reconoció que la posibilidad de ser víctima de un "portonazo" le está afectando su comportamiento vial, mientras que un 39% reconoció que la sensación de inseguridad pública les está provocando tensión y estrés al momento de conducir.
Entre otras cifras, la investigación mostró que un 57% no pondría resistencia a un asalto y dejaría su vehículo, un 29% dijo que no sabría actuar ante estas situaciones y el 13% restante indicó que trataría de enfrentarse a los delincuentes.
Al respecto, el gerente de Movilidad de Automovil Club de Chile, Alberto Escobar, planteó en La Tercera que "el gran temor que hoy perciben los automovilistas es que este tipo de actos se está naturalizando, y que la capacidad de disuadirlo está fuera de su alcance".