Tres presidios perpetuos fue la determinación del Cuarto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago para Pablo Moya Olivares, falso taxista que resultó culpable por los delitos de robo con violación, robo con retención y robo con intimidación o violencia.
Los hechos fueron perpetrados entre diciembre de 2019 y febrero de 2020 en distintas comunas de la región Metropolitana.
El modus operandi de Moya Olivares consistía en subir clientes mujeres en el asiento delantero, utilizando como excusa que los asientos traseros estaban bloqueados por neumáticos, para luego bloquear los seguros de las puertas de los vehículos y desviarse de la ruta. En este momento procedía a efectuar el robo mientras amenazaba con armas cortopunzantes a las víctimas. En algunos casos incluso abusó sexualmente de las víctimas.
De los tres presidios perpetuos a los que fue condenado, uno corresponde a calificado y los dos restantes a simples. Además, recibió otra condena de cuatro años por el delito consumado de abuso sexual por un hecho ocurrido el 2 de enero de 2020.