El subprefecto de la Brigada de DD.HH. de la PDI, Roberto Gaete puntualiza: "Partimos temprano al domicilio, en caravana y al llegar hace ingreso primero Rafael Castillo, el oficial más antiguo de esa oportunidad". Ante la llegada de los oficiales, Manuel Contreras respondió: "Yo no voy a ninguna parte, si quieren me sacan muerto de aquí. Si usted me dice 'me lo tengo que llevar', póngale empeño".
Tras esto, el periodista Amaro Gómez-Pablos agrega: "Ahí empieza la gritadera. Al final del pasillo estaba Manuel Contreras, en su despacho, en su escritorio, tenía una pistola en el cajón. Fue memorable, vimos toda la secuencia en que finalmente van desalojando, abalanzándose sobre él, la policía sobre Manuel Contreras, empujándolo a las patrullas. Dimos cuenta de ese momento histórico que registramos"
"Habían editores y editoras que estaban viendo esas imágenes, para quienes Manuel Contreras fue algo que vivieron en carne propia, fueron víctimas de la DINA y al mirar el registro y estar viendo el video, mirar las caras de algunas personas presentes viendo esa documentación reciente, y ver cómo estaban llorando, da cuenta de lo significativo e importante de ese momento y lo que implica en la historia de Chile", agregó Amaro Gómez-Pablos.
EL TRASLADO DE MANUEL CONTRERAS
El subprefecto de la brigada de DD.HH. de la PDI rememoró la gran cantidad de gente reunida por calle Morandé, alcanzando casi 1.000 personas que esperaban el traslado final de Manuel Contreras a un centro de reclusión. "Nos percatamos que había mucha gente, familiares de detenidos desaparecidos y de ejecutados que estaban en conocimiento de la llegada de Contreras, lo que generó una bataola", sostuvo.
Por su parte, Gaby Rivera, presidenta de la agrupación de familiares detenidos desaparecidos indicó que "lo más importante que sentíamos nosotos es que no estabamos solos, comenzó a llegar mucha gente, estábamos rodeados".
20 minutos después de su formalización, Manuel Contreras siguió la ruta hacia el Penal Cordillera de Peñalolén, el recinto que el Ejército cedió a Gendarmería para recibir como reos comunes a la cúpula de la DINA, entre ellos, el 'Mamo' Contreras.
El líder de la DINA fue condenado a 540 años de prisión, finalmente murió en Punta Peuco, sin pedir perdón ni reconocer crímenes.