Dentro de los artículos aprobados en primera instancia en la comisión, se acordó que las y los parlamentarios serán testeados aleatoriamente de manera semestral, lo que implicará que durante cada período un diputado deberá someterse a dos test de drogas.
Además, se efectuará un examen de pelo obligatorio, el que se utilizará para determinar si un o una congresista ha consumido algún tipo de estupefacientes en los últimos meses.
Si un diputado o diputada arroja resultado positivo, se le apartará de cualquier discusión que implique materias relativas a estupefacientes o narcotráfico. Los resultados no serán publicos.
El secretario general deberá "nombrar a un profesional de su dependencia a cargo de la relación con el laboratorio y a cargo del procedimiento de selección de las y los diputados. Esta persona deberá resguardar la reserva de la base de datos, notificar a las y los seleccionados y facilitar, en general, los pasos del proceso".