Mientras la tensión con Bolivia durante la Cumbre se ha mantenido en un lugar intermedio, debido a las declaraciones de su presidente, Luis Arce y su canciller Rogelio Mayta, que parecieron condicionar el diálogo diplomático respecto a la "reconducción" de migrantes ilegales con el incesante requerimiento por una salida soberana al mar, desde el Gobierno parecieron "desdramatizar" el asunto.
De acuerdo a La Tercera, para el Mandatario, señalaron en la comitiva, no era bueno caer en declaraciones cruzadas que pudieran complicar de manera innecesaria las conversaciones, teniendo en cuenta que Bolivia tiene como mandato constitucional abogar por el acceso soberano al mar.
Por otro lado, durante la jornada, el canciller Van Klaveren lideró diálogos con otros países de la región, pasadas las 17:30 horas mantuvo una bilateral con su par de Venezuela, Yvan Gil, para luego reunirse con sus contrapartes de Perú y Brasil.
Para este sábado, el Presidente tiene preparado referirse a la crisis migratoria en el discurso que entregará en la sesión plenaria de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno. Luego se reunirá con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez y su par de Portugal, António Costa. Más tarde, será parte del Foro de Gobiernos Progresistas.