El ISP y la Seremi de Salud fiscalizaron este martes un centro médico luego que una paciente denunciara que le fue recetado dióxido de cloro contra el COVID-19, también conocido como clorito de sodio, un producto altamente tóxico que está prohibido como medicamento en nuestro país. El caso encendió la alerta ante posibles otros afectados.
Martes 20 de octubre de 2020