Con la llegada del invierno y del frío aumenta la interacción de las personas en espacios cerrados, lo que propicia los contagios por coronavirus, en caso de que la ventilación no sea la adecuada.
Para lograr detectar cuándo un lugar de este tipo puede llegar a ser peligroso para la salud, investigadores de la Facultas de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile crearon un dispositivo que logra detectar el riesgo de contagio.
Se trata de un aparato de bajo costo, capaz de medir los niveles de dióxido de carbono existente en un lugar cerrado, para así determinar qué tan ventilado y, por consiguiente, qué tan riesgoso puede ser estar en una oficina, laboratorio, sala de clases o cualquier otro espacio cerrado ante la exposición de algún contagio viral.