Las autoridades detallaron que el aforo dependerá del tamaño de la pileta y de la zona de recreación, pero dentro del agua el aforo debe ser de no más de una persona por 10 metros cuadrados. En el caso de las piscinas públicas se establecerá un sistema de turnos, mientras que en los condominios, los mismos vecinos deberán ponerse de acuerdo.
SIN CAMARINES, FLOTADORES O SNORKEL
El protocolo establece que no se pueden usar los camarines, por lo cual hay que llegar con el traje de baño puesto. Además, se requerirá llevar alcohol gel, tomarse la temperatura, usar mascarilla y solo sacársela antes de entrar al agua. No se permite llevar alimentos, flotadores, snorkel ni compartir protector solar, tampoco está permitido usar las reposeras, por lo que los usuarios deben llevar toallas.
Asimismo, deberá disponerse de un lugar específico de entrada y otro de salida, mantener la distancia en la zona de recreación y no usar toboganes ni juegos acuáticos y en general nada que implique contacto entre varias personas.
El ministro Ward señaló que "la autoridad sanitaria tiene siempre la facultad de fiscalizar los espacios público y las piscinas públicas, y lo van a poder hacer en el caso de las privadas si hay una denuncia de un particular".
"Esto implica responsabilidad individual, obviamente que no va a haber un fiscalizador desde el Gobierno por cada persona que quiere usar una piscina, el mejor fiscalizador es uno mismo", añadió el ministro, quien anunció que las piscinas públicas abrirán el 15 de diciembre. Las privadas pueden hacerlo antes, pidiendo el permiso correspondiente.
Por su parte, la seremi Labra expresó que "estudios científicos evidencian que no hay un riesgo importante de contagio en las piscinas, porque deben mantener una cantidad de cloro indicada por la normativa y también un PH necesario, por lo tanto esto reduce el riesgo de contagio, pero no queremos transmitir que la gente se relaje".