La Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) concluyó el viernes en Colombia sin un plan claro para aumentar la presión sobre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, a pesar de que la mayoría de los países miembros reconoció a un representante de la oposición en el organismo hemisférico.
Evidenciando la división sobre Venezuela, la OEA admitió la representación en la asamblea de un designado por el líder opositor Juan Guaidó hasta que se celebren elecciones en la nación petrolera, con 20 votos a favor, incluidos los de Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador y Estados Unidos, entre otros.
Pero hubo ocho votos en contra, seis abstenciones y un ausente debido a que varias naciones insulares del Caribe, además de Bolivia, México, Nicaragua y Uruguay, se negaron a reconocer al representante de Guaidó que participó en la asamblea, lo que impidió alcanzar un consenso en el cuerpo hemisférico de 35 países.
"Colombia votó con entusiasmo esa declaración. Aquí de lo único que se trata, aquí el objetivo que todos buscamos es que finalmente los hermanos venezolanos puedan elegir libremente el gobierno que deseen tener", dijo el canciller anfitrión, Carlos Holmes Trujillo, en la sesión plenaria.
Uruguay se negó el jueves a reconocer a la delegación del líder opositor venezolano, liderada por Julio Borges, por considerarla ilegítima, y se retiró de la asamblea.
"En nombre del pueblo venezolano, que sufre en este momento, solamente queremos ser una voz. Nuestra delegación agradece este respaldo a nuestro pueblo", dijo Borges durante la sesión. "La tragedia venezolana hay que abordarla de una sola manera, dándole la palabra al pueblo venezolano".
Guaidó calificó como "una gran victoria para la causa democrática en Venezuela" el escrutinio que llevó a la reincorporación de su representante en la OEA.
"Votación histórica. La región fortalece su respaldo a nuestra lucha y la solución a la crisis", escribió el también presidente de la Asamblea Nacional en su cuenta de Twitter.