El COVID-19 ha causado la preocupación justificada de muchas personas alrededor del mundo. Los grupos de riesgo - como los adultos mayores y los enfermos crónicos- están en el centro de las medidas santiarias en los distintos países; mientras que otras personas, como embarazadas o niños, aún no hay certeza de cómo pueden ser afectados debido a lo nuevo del virus.
Según la Clínica Mayo "actualmente no está claro si las mujeres embarazadas tienen más riesgo de contraer COVID-19, o si es más probable que tengan una enfermedad más grave", aunque las mujeres embarazadas sí están a mayor riesgo de enfermedades graves a causa de otras infecciones respiratorias, como la influenza; por lo que podrían haber posibilidades "de que las mujeres embarazadas estén a mayor riesgo de infección con COVID-19".
Hasta ahora han habido algunos nacimientos prematuros en bebés de madres contagiadas, sin embargo no se ha comprobado de manera científica que esto se debe a la enfermedad.
La guía de embarazo y COVID-19 realizado por la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica, también hace hincapié en que no se ha observado hasta el momento una diferencia significativa entre las mujeres embarazadas y la población en general respecto al contagio del coronavirus.
"La evidencia actual no muestra diferencias entre pacientes embarazadas y población no gestante aunque los datos hasta ahora son limitados. Las últimas publicaciones incluyen una revisión sistemática que reúne 108 pacientes embarazadas y una serie de EEUU de 43 pacientes. En estos reportes, las pacientes presentaron enfermedad leve en un 86% de los casos, severa en un 9,3% y crítica en un 4,7% con una correlación similar a lo que ocurre en la población general. No se han reportado muertes maternas".
Se espera que 116 millones de niños nazcan durante la pandemia, de acuerdo a datos de Unicef.
Lactantes
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos asegura que la transmisión de COVID-19 de una madre a su su hijo durante el embarazo es "poco probable"; aunque después del nacimiento el bebé es más susceptible a la propagación de persona a persona.
"Un número muy pequeño de bebés dio positivo por el virus poco después del nacimiento. Sin embargo, se desconoce si estos bebés contrajeron el virus antes o después del nacimiento. El virus no se ha detectado en el líquido amniótico, la leche materna u otras muestras maternas", se sostiene desde la organización.
En nuestro país y de acuerdo al último informe epidemiológico hay 552 niños de 0 a 4 años que se han infectado con el virus.
El doctor Jaime Labarca, jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Universidad Católica, señala que“en general nosotros creemos que los lactantes son muy poco afectados o raramente afectados. Tampoco sabemos que va a pasar en relación a ellos con el coronavirus en el invierno, pero lo más probable es que se vean más afectados por otros virus como el sincicial que por el mismo coronavirus”.
Recomendaciones
Foto: Reuters.
La Clínica Mayo recomienda a las mujeres embarazadas comunicarse con su médico por teléfono y de forma inmediata si tiene síntomas asociados al coronavirus.
De la misma forma UNICEF indica los siguiente cuidados durante el embarazo y parto:
- Siga las precauciones para protegerse de la exposición al virus, vigílese atentamente para detectar síntomas de COVID-19 y busque asesoramiento de la instalación designada más cercana si tienen dudas o experimentan síntomas;
- Tome las mismas precauciones para evitar la infección por COVID -19 que otras personas: practique el distanciamiento físico, evite las reuniones físicas y use los servicios de salud en línea;
- Busque atención médica temprano si viven en áreas afectadas o en riesgo y tienen fiebre, tos o dificultad para respirar;
- Continúe amamantando a su bebé incluso si está infectado o sospecha que está infectado, ya que no se ha encontrado el virus en muestras de leche materna. Las madres con COVID-19 deben usar una máscara al alimentar a su bebé; lavarse las manos antes y después de tocar al bebé; y rutinariamente limpiar y desinfectar superficies;
- Continúe sosteniendo al recién nacido y realice el cuidado piel a piel;
- Pregúntele a su partera o médico dónde creen que es el lugar más seguro para dar a luz y tener un plan de parto para reducir la ansiedad y garantizar que lleguen a tiempo;
- Continúe con el apoyo médico, incluidas las vacunas de rutina, después de que nazca el bebé.