Alexis Sánchez se vistió de genio y brilló con luz propia en la sólida victoria de Inter de Milán, que se impuso por un contundente 4-0 a Lecce para seguir firme en su camino a un nuevo Scudetto.
A diferencia de lo ocurrido en las últimas semanas, el técnico Simone Inzaghi dispuso del "Niño Maravilla" desde el primer minuto y este le retribuyó la confianza aportando con una asistencia para la segunda anotación de los lombardos.
Al margen de aquello, el chileno se mostró movedizo y participó constantemente en la ofensiva interista. Además, para sorpresa de muchos, se mantuvo durante todo el partido en cancha.
A pesar del amplio dominio ejercido en el primer tiempo, el actual puntero de la competición se fue al descanso en ganancia únicamente por 1-0, gracias a una conquista de Lautaro Martínez.