Corrían los primeros quince minutos del partido entre el Leicester y el Manchester United en el King Power Stadium, cuando Robin Van Persie abrió la cuenta a los 12 minutos con un cabezazo dejando el 1-0, pero lo mejor sería lo que ocurriría 4 minutos después.
Wayne Rooney burla algunos rivales en la medianía de la cancha y encara rápidamente, en la carrera, Falcao se abre para arrastrar marcas e ingresa el argentino, Ángel Di María, quien recibe el balón y a pesar que le queda muy encima como para rematar, decide cucharear la pelota ante la salida del portero Schmeichel y al cruce de dos defensas. En definición, un golazo.