Finalizado el clásico, en el que Universidad de Chile se impuso por 3-1 a la UC, los jugadores azules celebraban junto a sus hinchas hasta que un grupo de barristas intentó ingresar a la cancha.
La situación fue advertida por Marcelo Díaz, quien rápidamente reaccionó y sin dudarlo se acercó a ellos para impedir su ingreso. Posteriormente lo acompañó el portero Cristopher Toselli, quien también ayudó a retener a este grupo de barristas.