Críticas a las políticas de la Fundación Gates
Aunque la Fundación Gates ha sido uno de los mayores apoyos filantrópicos en la lucha contra el COVID, al destinar 1.800 millones de dólares a una serie de esfuerzos sanitarios mundiales para frenar la propagación de la enfermedad, también ha recibido importantes críticas.
Durante gran parte del primer año de la pandemia, defendió con tanta firmeza los derechos de propiedad intelectual de las empresas farmacéuticas que desarrollaron las vacunas que, según los expertos, frenó el suministro de vacunas a las personas que las necesitaban.
En mayo, la fundación pareció dar marcha atrás y dijo que apoyaría una "exención limitada" de los derechos de propiedad intelectual para ayudar a que las vacunas lleguen a los países pobres. En el sitio web de la fundación, Mark Suzman, el director general, escribió que "ninguna barrera debe interponerse en el camino del acceso equitativo a las vacunas, incluida la propiedad intelectual".
Invitación a hacer inversiones globales a largo plazo
El informe que Gates publicó el lunes no incluía nuevos compromisos contra el COVID-19, pero pedía a otras fundaciones y Gobiernos que hicieran inversiones globales a largo plazo en la investigación sanitaria y en la logística necesaria para llevar una vacuna de una fábrica a una clínica y al brazo de un paciente.
Los daños causados por la pandemia se han visto mitigados en cierta medida por la rapidez con la que los investigadores desarrollaron vacunas exitosas, dijo Suzman. El rápido desarrollo de la protección contra el virus, dijo, fue posible gracias a las grandes inversiones realizadas durante varios años por el fondo Gates y otros.
"Esto es también una oportunidad para responder a la crisis actual, pero también para asegurarnos de que estamos construyendo un conjunto de infraestructuras nacionales y regionales que garanticen que nunca más nos enfrentemos a este tipo de crisis", dijo Suzman a los periodistas en una conferencia telefónica la semana pasada.