En estas negociaciones está en juego el último acuerdo en vigor sobre el control de armas nucleares, el New START. Si no se renueva, expirará en febrero de 2021. Los socios, Estados Unidos y Rusia, están negociando las posibles condiciones en Viena a partir de este lunes el 22 de junio de 2020. Estados Unidos exige incluir a China en el control de armas nucleares. Tanto Pekín como Moscú se niegan a hacerlo.
¿De qué se trata?
El New START (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) regula el control de armas nucleares estratégicas entre Rusia y EE. UU. Desde de 2011, ambos países se comprometieron a limitar sus arsenales a un máximo de 1.550 cabezas nucleares y 800 sistemas balísticos -misiles submarinos y bombarderos estratégicos- de más de 5.500 kilómetros de alcance. Este acuerdo de desarme se revisa hasta 18 veces al año. Además, se intercambian regularmente datos al respecto.
El acuerdo fue firmado el 8 de abril de 2010 por los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Dimitri Medvedev y Barack Obama. Este se invalida en 2021, pero puede ampliarse por otros cinco años, a petición de ambas partes.
Si New Start expirase, el mundo estaría por primera vez en casi 50 años sin un acuerdo vinculante sobre los dos arsenales nucleares más grandes del mundo.
¿Cuáles son las posturas?
Moscú ya anunció su disposición a prolongar el New START. Sin embargo, Washington exige que se incluya a China en las negociaciones y, en última instancia, en el control de armas nucleares.
De hecho, China está expandiendo su arsenal nuclear, pero aún está lejos de tener la capacidad de Rusia y EE. UU. Según el SIPRI, el Instituto de Investigación de la Paz de Estocolmo, cada uno de esos países tienen alrededor de 6.000 cabezas nucleares. China tiene unas 300 o más. No hay cifras exactas, y Pekín se niega a ser transparente. Washington argumenta que no se puede hablar sobre control de armas sin la presencia de China.
Si hubiese una carrera armamentista nuclear, cita a agencia Reuters a los negociadores estadounidenses, Estados Unidos estaría dispuesto a dejar atrás a Rusia y China. Según Moscú, si Washington quisiera negociar el control de armas con China, tendría que hacerlo bilateralmente. Además, Moscú también pone sobre el tapete las armas nucleares francesas y británicas, alrededor de 500 ojivas nucleares, que también deberían formar parte de un acuerdo.