Este martes, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles clausuró dos estaciones de servicio en la región Metropolitana luego que vendieran bencinas adulteradas con etanol y metanol, en La Florida y San Ramón.
De inmediato surgió la duda en la población sobre las reales posibilidades de detectar esta tendencia al momento de ingresar a una bomba o las consecuencias que podría generar en la maquinaria si se es víctima de esta acción.
Carlos González, ingeniero mecánico y asesor instruccional del Duoc UC, explicó a24Horas.cl que detrás de esta manipulación está "la intención de modificar el octanaje de las bencinas", ya que tanto el etanol como el metanol son elementos "volátiles y explosivos", que pueden cambiar las propiedades del producto.
"Por ejemplo, la empresa compra combustible de 93 octanos pero lo vende como de 95 o 97, con toda la ganancia económica y daño que ello conlleva", remarcó.
González detalló que estos elementos son usados para darle más potencia al vehículo, como soportes de carrera o aviones, por lo que su uso en un automóvil cotidiano generaría graves daños.
El experto sostuvo que un vehículo diesel vería perjudicado su sistema de alimentación, bomba de combustible o inyectores, mientras que uno a bencina tendría severos daños internos, el motor o la culata. "Todo esto implicaría un gran costo económico para el dueño", añadió.
¿SE PUEDE DETECTAR?
Pese a las intenciones ciudadanas, el ingeniero destacó que "es imposible darse cuenta en el momento si la bencina tiene más etanol o metanol", ya que los daños recién se manifestarían con el paso del tiempo.
"Lo más probable es que los responsables de este hecho hayan probado una muestra antes, porque aparte a nadie se le va a ocurrir que existan personas capaces de esto", sentenció.