Ubicada a unos nueve kilómetros al sur de Jerusalén, Belén ha recibido a miles de turistas para celebrar la Nochebuena y Navidad en el lugar donde nació Jesucristo.
Fieles cristianos y ortodoxos han recorrido la Basílica de la Natividad a la espera de la tradicional Misa del Gallo, templo construido por el emperador romano Constantino I sobre la gruta donde se presume que ocurrió el nacimiento de Cristo.
La ciudad espera alrededor de 15 mil peregrinos de todo el mundo y las reservaciones de los hoteles están copadas, pese a los recientes ataques en la Franja de Gaza.
En tanto, el Patriarca Latino (arzobispo del Vaticano en Jerusalén), Fouad Twal, llegó a Belén tropas de scouts palestinas con sus gaitas, herencia del mandato británico, y escoltado por la policía israelí.
La autoridad eclesiástica presidirá la misa, a la que también asistirá el presidente palestino, Mahmud Abbás, pese a ser musulmán.
La ciudad completa está adornada, en especial la famosa Plaza del Pesebre que tenía un gran globo con los colores de la bandera palestina, una kefia -o pañuelo típico de la región- en el que se leían las palabras "Merry Christmas" (Feliz Navidad).
Además, en la entrada de la Basílica se instaló un árbol con bolas de distintos colores y un pesebre a sus pies.