Tras la toma de la emblemática mezquita de Al Nusra, la drástica disminución de recursos del Estado Islámico, la muerta de su líder Abu Bakr Al-Baghdadi y otros reveses, el grupo terrorista islámico sufrió una nueva caída: este jueves, los soldados del EI en la estratégica ciudad de Mosul se entregaron al ejército de Irak.
Según publicó ABC.es, la ciudad que un día fue considerada capital del autoproclamado Estado Islámico en Irak vio en sus arruinadas calles un desfile de soldados caminando con las manos en la espalda o con muletas.
En imágenes aéreas captadas por el canal catarí Al Jazeera, se percibe cómo la ciudad fue devastada por tres años de conflicto en su interior. Y mientras se estima que en 2004 tenía 1,8 millones de habitantes, en 2015 el número bajó para poco más de 660 mil personas.