Brendan Fraser era una estrella y el domingo 4 de septiembre comprobó que lo sigue siendo. "La momia”, "Al diablo con el diablo” y "George de la selva” figuran entre sus actuaciones más recordadas por toda una generación que veía en este hombre de cara bonachona y sonrisa fácil un héroe menos apegado a los estereotipos del musculoso inalcanzable.
Su carrera empezó a declinar cuando las lesiones provocadas por su afán de hacer él mismo las escenas de acción, y otros problemas más allá del campo de la actuación, como su divorcio, lo fueron alejando de las luces.
Pero volvió. Y pudo saborear, como ya había hecho antes en encuentros con fanáticos, que los espectadores lo siguen teniendo en la memoria. Esta vez la prueba duró seis minutos, seis minutos en que el público presente en el Festival de Venecia aplaudió de pie al actor, que protagoniza a un obeso mórbido que busca la salvación en la película "The Whale”.