Más de 2.500 bomberos batallan contra un salvaje incendio forestal cerca del Parque Nacional Yosemite, en el estado de California, al tiempo que miles de residentes de la zona están siendo evacuados a las prisas, informaron este lunes las autoridades.
Las llamas se desataron el viernes y se propagaron con "una velocidad sin precedentes", dijo Jon Heggie, jefe de uno de los batallones de bomberos de California, en entrevista con CNN.
El incendio Oak comenzó en el condado Mariposa, a los pies de la cordillera Sierra Nevada. Ha devorado hasta el momento casi 7.000 hectáreas, arrasó unas diez propiedades y colocó en riesgo a otras miles, informaron las autoridades.
En apenas tres días se convirtió en el mayor incendio en lo que va de temporada en California.
"Lo que estamos viendo con este incendio es característico de lo que hemos visto en otros incendios en California durante los últimos dos años", señaló Heggie.
"Avanza tan rápido que a veces la gente tiene que ser evacuada sólo con la ropa que lleva puesta".
"Estos incendios arden con una velocidad e intensidad tal que combatirlos es extremadamente desafiante y peligroso".
Desplegaron helicópteros
La Cruz Roja está llevando comida y atención médica a un refugio instalado en una escuela secundaria local, a donde fueron llevados algunos residentes y sus mascotas.
El último parte de las autoridades afirmó que los bomberos continúan trabajando bajo condiciones de intenso calor y sequía, y en un terreno empinado y escarpado, lo que complica la operación.