Un equipo de investigadores exploró con el telescopio espacial "James Webb" una nube molecular situada a unos 600 años luz de la Tierra, hallando especies moleculares que forman los "ladrillos de la vida" en una región de nubes heladas del espacio profundo.
Según anunció el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (MPE) de Garching, además de moléculas de hielo simples como el agua, existen formas congeladas de moléculas como el dióxido de carbono, el amoníaco y el metano, hasta llegar a la compleja molécula orgánica metanol.
Crucial para la formación de un planeta habitable
De acuerdo con el instituto, estas moléculas congeladas son de crucial importancia para la formación de un planeta habitable: contienen varios elementos que son componentes centrales de las atmósferas planetarias y de sustancias como azúcares, alcoholes y aminoácidos simples. Probablemente, estos elementos llegaron a la Tierra a través del impacto de cometas o asteroides helados.