El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, convocó su primera fiesta en la Casa Blanca para los 50 gobernadores la misma noche que se celebró la gala de los Premios Oscars.
A la fiesta de Trump, a la que llamó 'Baile Anual de los Gobernadores', acudieron 46 mandatarios. Ni la fecha ni el nombre dejan de sorprender. La celebración no es ninguna tradición en ese día; el título de la celebración, por su parte, recuerda al Baile de Gobernadores como es conocida la fiesta de la Academia del Cine de Hollywood tras la premiación.
Durante el evento, el mandatario aprovechó para hacer un balance de sus primeros días. “Puedo decir que, tras cuatro semanas, esto ha sido muy divertido”, señaló. “Hemos logrado casi todo lo que nos habíamos propuesto”, apuntó.
Como era de esperar, la fiesta de Trump no pasó desapercibida, tanto por la manera en la que el presidente trató de competir con la propia Academia de Hollywood y desconectar de los premios, como por la aparición de Melania Trump. Ella hizo de maestra de ceremonias en la que fue su primera participación tras el cambio de mando. Algo que se ha visto como una contestación a quienes critican su ausencia en Washington, mientras que su hijastra, Ivanka Trump, parece ejercer más el rol de primera dama mientras continúa con sus marcas de ropa y joyas.
Pero el hecho de que el presidente no haya querido ver los Premios Oscar no significa que no le gusten. La última vez que Trump estuvo en la gala fue en 2011. Después, no recibió más invitaciones. Y, entonces, saltó a su plataforma favorita: Twitter, como recoge el diario El País de España.
En 2012 llamó "idiota" a Sacha Baron Cohen, quien apareció vestido de dictador para promocionar a su personaje, y catalogó la fiesta posterior como "la peor" de todas en un análisis en video que subió a su cuenta.