Enfurecidos estudiantes mexicanos atacaron este sábado la gobernación del estado de Guerrero (sur) y quemaron vehículos en la primera protesta fuerte desde que la fiscalía anunció el viernes que sus 43 compañeros desaparecidos fueron posiblemente masacrados, constató la AFP.
Más de 300 jóvenes, la mayoría con el rostro cubierto con pañuelos, lanzaron piedras y cócteles molotov contra la sede en Chilpancingo, capital de Guerrero, que se encontraba cerrada.
Los manifestantes incendiaron una decena de camionetas, incluida una de la policía federal, y destrozaron otros tantos sin que interviniera la policía.
"Esto busca el mismo reclamo de siempre, la presentación con vida de los compañeros", dijo a la AFP uno de los estudiantes encapuchados.