El 17 de diciembre de 2014 quedará marcado en el calendario por los discursos históricos y en simultáneo de Barack Obama y Raúl Castro anunciando el restablecimiento de las relaciones.
Una jornada que comenzó con la liberación por parte del régimen cubano del contratista estadounidense Allan Gross, preso desde 2009 y al que le faltaban 10 años más de condena; y la puesta en libertad de tres cubanos acusados de espionaje en el país norteamericano.
Raúl Castro anuncia el restablecimiento de las relaciones con EEUU
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Barack Obama anuncia el acuerdo alcanzado con Cuba
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En enero del año siguiente, Washington comienza a dar los primeros pasos, anunciando medidas para facilitar el comercio y los viajes hacia la isla. Además, eliminó el límite de envío de remesas. Por su parte, La Habana liberó a 53 presos políticos.
A finales de ese mes comenzaron las rondas de negociaciones y Fidel reaparece en escena. En una carta enviada a la federación estudiantil (de la que se duda que él mismo la redactara), el exgobernante se refería por primera vez al acercamiento entre los dos países.
"No confío en la política de Estados Unidos, ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos un rechazo a una solución pacífica de los conflictos”, señaló en el texto.
En los primeros meses del año, empresas como Netflix y American Express anunciaron el comienzo de operaciones en la isla. Y la fotografía en la Cumbre de Panamá de abril de 2015 mandó un claro mensaje: no hay vuelta atrás.
Tanto las declaraciones de ambos líderes, como la reunión que mantuvieron de una hora (sin precedentes en los últimos 55 años) reforzaban el momento histórico que se vivía.
En mayo, el Departamento de Estado elimina a Cuba de su 'lista negra' de Estados patrocinadores del terrorismo. Y en julio se asiste a una nueva instantánea para el álbum de 'históricas': el reinicio oficial de las relaciones diplomáticas.
El 20 de ese mes ondeó por primera vez en 54 años la bandera de Cuba en la embajada de Washington. Un mes más tarde, el 14 de agosto, el secretario de Estado John Kerry viajó para presidir la ceremonia de apertura de la estadounidense en La Habana.