El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, estaba a la defensiva este domingo en dos asuntos que eran objeto de polémica pública: su rechazo a difundir sus declaraciones de ingresos, su relación con las mujeres y su extraño hábito de hacerse pasar por su portavoz hace 15 años.
La portada del New York Times del domingo estaba ocupada por una investigación plagada de testimonios abrumadores de mujeres que se codeaban con el multimillonario, que trabajaban para él en su empresa inmobiliaria o que participaban del concurso Miss EEUU, del que fue propietario entre 1997 y 2015.
Esas mujeres lo describen como un hombre que no dudaba en evaluar públicamente su apariencia física, en ridiculizarlas con nombres sexistas e incluso en besarlas en la boca sin su autorización.
Louise Sunshine, una ex ejecutiva de su compañía, defendió sin embargo a su ex patrón, a quien calificó de "mentor". Y Barbara Res reveló que, a pesar de su comportamiento con las mujeres, Donald Trump le había atribuido importantes responsabilidades.
"El malvado New York Times volvió a publicar un artículo en mi contra.Todo el mundo está impresionado por el modo en que trato a las mujeres; no han encontrado nada. ¡Es un chiste!", replicó Donald Trump en Twitter.