Los gobiernos de la Unión Europea (UE) rechazaron el viernes una petición franco-británica para levantar un embargo del bloque al suministro de armas a los rebeldes sirios, debido a los temores de que la medida pueda generar enfrentamientos y empeorar la estabilidad regional.
Francia y Reino Unido hallaron escaso respaldo a su propuesta de flexibilizar el embargo en una cumbre de la UE en Bruselas, dijeron diplomáticos del bloque, aunque pidieron a los ministros de Asuntos Exteriores que vuelvan a tratar el tema la próxima semana.
"Nadie está realmente interesado (en levantar el embargo)", dijo un diplomático de la UE. "No hay perspectivas de cambiarlo en el futuro cercano", agregó.
Los gobiernos de la UE quieren respaldar a los insurgentes que llevan dos años de levantamiento contra el presidente sirio Bashar el Asad.
Pero muchos expresaron el viernes su temor a que habilitar el flujo de armas a los rebeldes permita que el arsenal caiga en manos equivocadas, especialmente milicianos islamistas, y lleve a las naciones que respaldan a Asad a aumentar el envío de armas a su Gobierno.
Al respecto, el presidente francés, François Hollande, dijo que había recibido garantías de la oposición siria de que cualquier envío futuro de armas llegaría a las manos correctas.
El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, dijo que los líderes habían pedido a sus ministros de Asuntos Exteriores que consideren el tema "como una cuestión prioritaria" en el encuentro en Dublín del 22 y 23 de marzo.
La prohibición de enviar armas es parte de un paquete de sanciones de la UE a Siria que se renueva cada tres meses. Una extensión acordada el mes pasado expira el 1 de junio. Sin un acuerdo unánime para renovarlo o enmendarlo, el embargo caduca, junto con las sanciones.