Los nueve transeúntes heridos el viernes cerca del edificio Empire State de Nueva York fueron impactados por disparos de la policía, seis de ellos por fragmentos de balas, cuando los agentes abatieron a tiros a un hombre que había asesinado a un ex compañero de trabajo, confirmaron autoridades el sábado.
El tiroteo fue un inusual ejemplo de los problemas que plantean las llamadas balas de punta hueca. El Departamento de Policía de Nueva York comenzó a usarlas hace 14 años para reducir la probabilidad de herir a transeúntes, pese a que en este caso el uso de esas balas haya causado el efecto opuesto.
Las balas son de uso estándar para muchas agencias para el cumplimiento de la ley, incluyendo al FBI, como reemplazo de las balas tradicionales que pueden atravesar el cuerpo de un sospechoso.
Son consideradas más seguras para los transeúntes porque las balas de punta hueca están diseñadas para aplastarse cuando impactan a una persona. Provocan heridas de consideración, pero raramente atraviesan un cuerpo.
Sin embargo, las balas de punta hueca son más propensas a fragmentarse o a rebotar cuando golpean objetos duros, según estudios.
Seis de los nueve transeúntes heridos el viernes fueron alcanzados por esquirlas causadas cuando las balas huecas se fragmentaron tras rebotar en superficies duras, y los otros tres por las balas mismas, dijo la policía.
El portavoz de la policía de Nueva York, Paul Browne, confirmó que los dos oficiales que dispararon al desempleado diseñador de moda Jeffrey Johnson usaron balas con punta hueca.
Johnson, que según los oficiales había sido despedido de su trabajo el año pasado, había herido de muerte a un ex colega con el que había estado peleando.
Agencia Reuters