España se remeció tras darse a conocer la muerte de Víctor Laínez de 55 años afuera de un bar en Zaragoza tras llevar tirantes con la bandera nacional. Debido a este hecho, se detuvo como principal sospechoso de este crimen a Rodrigo Lanza, joven okupa de origen chileno.
Los hechos ocurrieron en Zaragoza, durante la madrugada del 8 de diciembre afuera de un bar, donde se originó una discusión entre la víctima y un grupo formado por el presunto homicida y tres acompañantes. Tras esto, el joven antisistema lo habría golpeado con una barra metálica en la cabeza y en la espalda.
El hombre de 33 años, nacido en Viña del Mar y nieto de un almirante de Augusto Pinochet, había cumplido una condena de cinco años tras ser acusado de atacar a pedradas a un guardia urbano de Barcelona, tras ser desalojado del edificio que ocupaban él y otros ultraizquierdistas, dejando al hombre tetrapléjico al causarle una lesión medular.
Al salir de la cárcel, en 2014 protagonizó un documental 'Ciutat Morta' en el que aseguraba haber sido víctima de un montaje policial. En este trabajo audiovisual, el joven antisistema señala que "no sé si hay justicia y cada vez sé menos lo que es la justicia Lo que tengo claro es que la justicia no está en los juzgados, ni la dice un juez, todo eso son pantomimas, todo lo que se trata de regular pierde el sentido", dijo.
El extracto de su relato agrega: "A veces más que justicia y especialmente después de lo de Patri, busco venganza, lo tengo claro, con cierta gente, instituciones o conceptos, sé que busco venganza (...) yo me voy a vengar de todo esto, no sé cómo", dijo.