Bo Xilai tenía un futuro prometedor en la política de China y era considerado uno de los personeros con mayor proyección del último tiempo en el Partido Comunista Chino (PPCh), hasta que un escándalo de proporciones acabó con su carrera. Junto a su mujer, Gu Kailai, una exitosa abogada de renombre internacional, componían un matrimonio exitoso, pero una nube negra se posó sobre ellos. Gu fue acusada de asesinar al empresario británico, Neil Heywood, y se suma a la expulsión de Bo Xilai del "buró político" del PCCh.
Es el escándalo del momento en el país asiático, los hechos así lo confirman. Gu Kailai arriesga pena de muerte al ser acusada de homicidio intencional y también fue procesado uno de los empleados de su residencia. "Las pruebas del crimen de los dos son claras, la evidencia es irrefutable y sustancial", informa la agencia Xinhua.
Se trata de la primera información oficial relativa al caso, tras encontrar muerto a Neil Heywood en un hotel de Chongqing, en noviembre de 2011. El hombre de negocios tenía un estrecho vínculo con la familia de Bo Xilai y una supuesta amenaza del británico a Gu Kailai -relativa a revelar un gran traspaso de dinero al extranjero si no recibía un porcentaje mayor de la transacción- habría desencadenado los fatales sucesos.
En tanto, la expulsión y caída del ahora ex dirigente Bo Xilai viene precedida de un confuso incidente ocurrido en febrero de este año. En la oportunidad, el mano derecha de Bo pidió asilo político a Estados Unidos luego de denunciar el asesinato de Heywood. La casualidad es que el hombre de confianza era el jefe de la policía de Chongqing.
En octubre de este año se renueva parte de la comisión permanente del partido y Bo Xilai - quién fuera el candidato a llegar a dicho escaño-, deberá enfrentar uno de los momentos más duros de su vida, con la reapertura de la investigación solicitada desde Londres, excluido de la dirigencia y con su mujer acusada de homicidio.