Un centímetro más, arriba o abajo, hubiera sido fatal. Pero la fortuna se alió con esta mujer brasileña, que logró sobrevivir a un terrible accidente.
Un arpón de pesca se le clavó en el rostro. Su marido limpiaba el mecanismo, cuando se disparó accidentalmente, impactando en la cara de la mujer. El arpón entró por la boca, le atravesó su garganta y se clavó en las vértebras cervicales.
Elisangela Borborema Rosa, de 28 años de edad, fue trasladada de inmediato al hospital y se le efectuó una cirugía de emergencia. Los cirujanos necesitaron alrededor de dos horas para eliminar el arpón y estabilizar a la paciente.
De haberse clavado a otra altura, Elisangela hubiera corrido riesgo de muerte, o de quedarse tetrapléjica.