Una asociación conservadora instó el martes a un juez federal estadounidense a que ordene la divulgación de los registros de inmigración del príncipe Harry, a quien se concedió una visa a pesar de haber admitido que consumió drogas en Estados Unidos.
Los abogados de la Heritage Foundation, con sede en Washington, solicitan al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) la entrega de los registros en virtud de la Ley de Libertad de Información (FOIA).
"Obviamente, se trata de un caso sobre el príncipe Harry", dijo en la audiencia Samuel Dewey, abogado de la Heritage Foundation. "Pero es realmente sobre el DHS y su cumplimiento de la ley".
Lejos del tribunal londinense donde el duque de Sussex acaba de declarar sobre la "hostilidad" de la prensa en su contra, un juez federal de Washington dedicó una audiencia a una petición más técnica presentada por la Heritage Foundation.
Al amparo de las leyes de libertad de información, la fundación solicita los registros de inmigración del príncipe que, distanciado de la familia real británica, se trasladó a California con su esposa estadounidense, Meghan Markle.
El hijo menor del rey Carlos III "ha admitido públicamente (...) una serie de delitos de drogas en Estados Unidos y en el extranjero. La ley estadounidense normalmente inhabilita a estas personas para entrar en el país", señala el recurso de la fundación, muy influyente en los círculos jurídicos conservadores.
El recurso se basa en las memorias del príncipe Enrique, publicadas en enero, en las que admite haber consumido marihuana, drogas psicotrópicas y cocaína en Reino Unido, Lesoto y Estados Unidos.