El primer ministro japonés, Fumio Kishida, se reunió en Tokio con el máximo responsable de OpenAI, la firma detrás de la popular herramienta de inteligencia artificial ChatGPT, para abordar aspectos normativos relacionados con esta tecnología y su posible adopción para tareas burocráticas.
El mandatario nipón recibió en su oficina a Sam Altman, director ejecutivo y cofundador de OpenAI, quien señaló que discutieron "las ventajas de la tecnología de inteligencia artificial y cómo reducir sus desventajas", en declaraciones a los medios locales tras la reunión.
Altman también trasladó a Kishida "las ventajas que podría tener para Japón su uso", y planteó la posibilidad de que OpenAI, empresa con sede en San Francisco (EE.UU.) y que tiene a Microsoft entre sus principales inversores, considere la apertura de una oficina en el país asiático.
El portavoz añadió que Japón "va a estudiar la posibilidad de su uso para tareas administrativas" sin que esto afecte a los puestos de trabajo de los funcionarios públicos, al mismo tiempo que se "analizará la evolución" de la tecnología y se tomarán medidas necesarias para evitar la filtración de información secreta o datos personales.