Los restos del cohete chino Larga Marcha 5B entraron en la atmósfera esta noche y "la gran mayoría de ellos" ardieron durante su caída, declaró la CMSA, la agencia china dedicada a las misiones espaciales tripuladas, citada hoy por medios locales.
Los restos penetraron en la atmósfera terrestre a las 00.55 hora local (16.55 GMT del sábado) y cayeron en un área marítima situada en los 119 grados longitud este y 9,1 grados latitud norte, señala un comunicado del que se hizo eco el diario local Global Times.
"En su etapa final, el cohete vuelve a entrar en la atmósfera, donde la mayoría de sus componentes serán destruidos", vaticinó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China Zhao Lijian.
Esta es una "práctica general a nivel internacional", había explicado Zhao este miércoles, que añadió que China "siempre ha actuado en el espacio de acuerdo con el derecho internacional".
En mayo del año pasado, otro cohete Larga Marcha 5B puso en alerta a los servicios de vigilancia de todo el mundo, pero, como el más reciente, terminó desintegrándose casi en su totalidad al atravesar la atmósfera.
En los últimos años, Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial, logrando éxitos como el de la sonda lunar Chang'e 4, que alunizó en la cara oculta de la Luna en enero de 2019, un hito jamás logrado en la historia de la exploración espacial.
En 2024, es probable que se convierta en la única estación espacial del mundo si la Estación Espacial Internacional, una iniciativa encabezada por Estados Unidos y a la que China tiene vetado el acceso, se retira ese año tal y como está previsto.