El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se mostró en la primera rueda de prensa de 2023 optimista sobre la evolución de la pandemia de COVID-19 y aseguró que "si se trabaja adecuadamente, este será el año en el que la emergencia pública acabe oficialmente".
El COVID-19 fue declarado una emergencia internacional el 30 de enero de 2020 (antes incluso de que la enfermedad fuera bautizada) y cada tres meses un comité de emergencia de la OMS se reúne para revisar esta situación, que por ahora ha sido mantenida debido al elevado número de casos aún en todas las regiones del planeta.
"Durante la mayor parte de 2022 el COVID-19 fue en descenso, la vacunación aumentó y se consiguieron progresos sostenidos en el acceso a las vacunas por parte de países de ingresos bajos y medios que habían sido olvidados en 2021 debido al 'nacionalismo de vacunas", añadió.
El máximo responsable de la OMS insistió en que pese a los progresos "el COVID-19 sigue siendo un peligroso virus para nuestra salud, nuestras economías y nuestras sociedades", ya que cada semana siguen muriendo en el mundo unas 10.000 personas debido a esta enfermedad.