Todo comenzó en el 2012, donde en medio de una gran crisis personal, y sin saber qué hacer, decidió empezar una vida dedicada a tatuarse por completo tras ver a un banquero y a otras personas tatuadas.
Para su primera etapa, Sylvain cubrió todo su cuerpo en un transcurso de tres años y medio en París, Francia. Posterior a ello continuó con varias capas más.
"Terminaré completamente negro tal vez cuando tenga 80 o 90 años, ya que es fácil tatuarse en tonos más oscuros. Mi oreja es como el paso final. Los tatuajes son infinitos, cubrirse capa tras capa es infinito y lleno de esperanza", aseguró.
Desde entonces, se sometió a cirugías estéticas como quitarse los pezones y el ombligo para poder tener más espacio para nuevos tatuajes, según consignó The Mirror.
Además, durante todo este periodo y un par de años antes, el joven se ha dedicado a la docencia de alumnos de escuela primaria en el Reino unido.