El presidente de Rusia, Vladímir Putin, explicó hoy a su homólogo francés, Emmanuel Macron, la detención del último reactor que continuaba en marcha de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, al denunciar los "constantes ataques ucranianos" contra la instalación.
"La parte rusa llamó la atención sobre los ataques regulares ucranianos contra las instalaciones de la central nuclear de Zaporiyia, incluyendo el almacén de desechos radiactivos, lo cual podría conducir a consecuencias catastróficas", señaló la Presidencia rusa.
"Se expresó la disposición de ambas partes para mantener una interacción no politizada respecto a la central nuclear con la participación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)", añadió el Kremlin.
Macron, por su parte, urgió a Putin sobre "la necesidad de que se asegure la seguridad de la central" y recordó que "la causa de los riesgos" que afectan a la instalación es "la ocupación rusa", señaló el Elíseo en un comunicado.
El presidente francés seguirá en contacto "en los próximos días" con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con el director general del Organismo Internacional de Energía Nuclear (OIEA, la agencia nuclear de la ONU), Rafael Grossi, y con el propio Putin, para intentar lograr un acuerdo sobre Zaporiyia.
Putin aprovechó la ocasión para denunciar que el Ejército ucraniano utiliza las armas entregadas por Occidente para "bombardear masivamente la infraestructura civil de las ciudades del Donbás, a consecuencia de lo cual sufren civiles".
El líder ruso insistió en la necesidad de que la Comisión Europea no ponga obstáculos a la exportación de productos agrícolas y fertilizantes rusos a los mercados de África, Oriente Medio y América Latina.
Macron precisó a Putin que las sanciones europeas a Rusia por su invasión de Ucrania "no se aplican ni a los productos agrícolas ni a los necesarios para la agricultura", y recordó la responsabilidad de la comunidad internacional, incluyendo a Rusia, para que "los países más expuestos reciban los productos que necesitan".
Las autoridades rusas que controlan la central nuclear de Zaporiyia, tomada por el Ejército ruso tras el comienzo de la campaña militar en Ucrania, detuvieron hoy el último reactor que continuaba operativo en esta instalación energética con el argumento de los bombardeos a que se somete la planta.
Grossi, alertó este viernes sobre la posibilidad de un accidente después de un bombardeo que cortó la conexión eléctrica exterior con la central, la mayor de su tipo en Europa.
El ejército ruso ocupa desde el 4 de marzo la planta de Zaporiyia, con seis reactores y unos 10.000 empleados, que la operan, y desde hace un meses Ucrania y Rusia se acusan mutuamente de los ataques en torno a la central.