Entre los más de dos mil invitados a la ceremonia de coronación de Carlos III, destacaba la figura de la artista estadounidense Katy Perry, quien protagonizó un "incómodo momento" que fue rápidamente descrito por la prensa británica.
El diario The Sun comenzó detallando que la cantante "llegó a la Abadía esta mañana vestida de lila de pies a cabeza" detallando que tuvo que "luchar para poder ver a través de su gran sombrero de red mientras intentaba encontrar su asiento antes de la ceremonia histórica".