El Papa Francisco ya es conocido por sus originales gestos de humildad como Sumo Pontífice, y suma a ellos uno muy caritativo.
El pontífice envió hace unas semanas la suma de 270 dólares (134.000 pesos chilenos)
Fue la manera que la víctima, de 80 años edad, halló para desahogarse y buscar consuelo espiritual luego de quedar emocionalmente afectada por el robo.
Ella viajaba en un autobús para ver a su esposo enfermo en un hospital de Venecia cuando un hombre le quitó su cartera.
La mujer escribió la carta sólo para consolarse y sin esperar una respuesta del Papa.
Semanas después el sacerdote de su parroquia recibió un sobre sellado por el secretario de Estado del Vaticano.
El clérigo lo abrió y en su interior halló un cheque y una nota firmada por el nuevo limosnero pontificio, el arzobispo polaco Konrad Krajewski.
"Por favor entregue en la forma que estime conveniente el importe correspondiente a la dama en cuestión. Es un regalo de Su Santidad, que le ofrece con su bendición apostólica para que tenga consuelo divino para ella y para su marido", decía una nota.
El párroco dijo que "la emoción lo embargó", al diario Corriere del Veneto.
"Es una extraordinaria serie de eventos: el Papa Francisco no sólo sabe cómo interactuar con la gente, se comunica con brillantez e infunde gran esperanza… También responde a las peticiones personales", dijo.
El sacerdote cobró el cheque y le dio el dinero a la mujer, tal como pidió el pontífice.
El limosnero pontificio es delegado por el papa para conceder la Bendición Apostólica a través de un diploma en pergamino y ejerce la llamada limosnería apostólica (caridad) hacia los pobres en nombre del jefe de la Iglesia Católica.