Los combates entre rebeldes sirios y las fuerzas leales al presidente Bashar al-Assad se han recrudecido en las afueras de Damasco, la capital siria. La principal carretera que conduce al aeropuerto permanece cortada, al mismo tiempo que la aerolínea Emirates de Dubái anunciaba la suspensión de sus vuelos hacia Siria hasta nuevo aviso.
Los combates a lo largo de la autovía que conduce al aeropuerto, en el sureste de Damasco, han sido los más feroces en el área desde que empezó la revuelta contra Assad hace 20 meses. Según los observadores internacionales, la lucha está siendo particularmente intensa en Babbila, un suburbio del sur que limita con el bastión insurgente de Tadamon.
Además de la comunicación aérea, los residentes se han quedado sin conexión a internet en Damasco. El servicio fue interrumpido en las primeras horas de la tarde de este jueves. Las líneas de telefonía fijas y celulares operan intermitentemente, en lo que según dicen es el peor colapso de las comunicaciones desde que emergió el conflicto pasado año.
En otras partes de Damasco, aviones sirios bombardearon Kafr Souseh y Daraya, dos vecindarios que bordean el centro de la ciudad donde los rebeldes han conseguido ocultarse y desde donde lanzan emboscadas contra unidades del ejército.
Los insurgentes han logrado avances en su revuelta en las últimas dos semanas, en las que irrumpieron y capturaron bases militares en varias partes de Siria, dejando en evidencia que Assad ha perdido el control de las regiones del norte y el este del país pese a su devastador poder aéreo.
Un alto funcionario de la Unión Europea ha dicho que el mandatario sirio parece estar preparándose para un enfrentamiento militar de envergadura alrededor de Damasco, en el que posiblemente aislará la ciudad con una red de puestos de seguridad.
Por su parte, los rebeldes sirios han sido acusados de enviar a menores de edad a los combates . Según afirma la organización, Human Rights, Watch, los insurgentes utilizaron a adolescentes de 14 años para transportar armas y suministros.
El Centro de Documentación de Violaciones en Siria, un grupo de seguimiento opositor, ha registrado las muertes de al menos 17 menores que pelearon junto a rebeldes. Muchos otros han sido gravemente heridos, y algunos quedaron discapacitados de forma permanente, indicó el organismo estadounidense. Grupos de derechos humanos dicen que tanto las fuerzas del Gobierno como los rebeldes podrían haber cometido crímenes de guerra durante la revuelta de 20 meses contra Assad, incluyendo torturas y ejecuciones sumarias. La guerra civil ha causado al menos 40.000 muertos hasta el momento.