El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil fijó para el martes de la próxima semana el juicio que indagará si la victoria electoral de Dilma Rousseff en 2014 tuvo financiamiento irregular. De ser comprobado el caso, Temer sería destituido de la presidencia por haber sido el vicepresidente de la chapa de la ex Presidenta.
El 31 de agosto de 2016, la entonces Mandataria del Partido de los Trabajadores (PT) fue destituida a través de un proceso de impeachment por irregularidades en las cuentas públicas.
Ahora, el siguiente juicio se iniciará el 4 de abril y tendrá cuatro sesiones plenarias para la evaluación del proceso, marcadas también para la siguiente semana.
La instancia judicial evaluará si la campaña electoral de Rousseff cometió fraude en la contratación de servicios con uso de fondos ilícitos y si, por lo tanto, infringió la ley.
Por eso, la defensa de Temer buscará que el actual jefe de Estado brasileño sea juzgado separadamente de Rousseff, para así evitar que su mandato sea anulado en caso de condena.
Este proceso de juicio comenzó por un pedido en 2014 del principal partido opositor al PT, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el cual ahora es aliado de Temer en el oficialismo. De esa manera, el TSE investiga los posibles ilícitos en 2015 y en ese marco escucharon las confesiones de ex ejecutivos de la constructora Odebrecht, acusada de corrupción.
En delación compensada a la Policía Federal brasileña, el ex presidente de la compañía, Marcelo Odebrecht, declaró que el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva reunió fondos para la campaña de su sucesora, quien según él "sabía" de los pagos irregulares realizados por la empresa a su candidatura electoral.