Un nuevo y terrible asesinato remece a España. Esta vez, un hombre está acusado de dar muerte a su mujer y su hijo, y luego enterrar sus cuerpos bajo piedras.
Tras ser detenido por la Guardia Civil en Tenerife, el hombre se ha negado a colaborar, pero le llevan a la vivienda en la que se refugió tras cometer los crímenes. Los equipos de criminalística buscan la ropa que llevaba manchada de sangre tras golpear a su mujer y a su hijo brutalmente. Esa tarde Thomas Handrick se cambió de ropa y se dedicó a beber como si nada.
TODO FUE UN ENGAÑO DEL PADRE
Cuando llegó la guardia civil a detenerlo estaba durmiendo, dijo que su familia se había quedado paseando y no sabía nada de ellos. Desconocía que gracias a su hijo pequeño -quien logró escapar- lo habían encontrado. El menor que sólo habla alemán, logró llegar a la casa de una mujer holandesa, quien pudo hacer de "traductora", siendo la primera en escuchar el terrible relato de lo que había visto.
El niño le contó que su padre había ideado una excursión para todos, alquilando un automóvil, prepararon unos bocadillos para compartir en lo que sería un perfecto día de campo, donde además les dijo les tendría unos regalos de Pascua metidos en la cueva. El pequeño, vio la agresión "muy fuerte" del padre a su madre, por lo cual decidió escapar. La mujer holandesa, relató al medio El País, que el niño le hizo una reflexión que la dejó helada: "Él me dijo: Más vale vivir que los regalos de Pascua".
Desde entonces, no ha colaborado y se ha negado a declarar.
Los investigadores reconstruyen sus pasos gracias a este coche de alquiler que también inspeccionarán para encontrar restos de sangre de los crímenes. Y la ruta del GPS fundamental para probar la planificación.
Según indica el medio español, el sujeto de origen alemán vivía hace tiempo en la localidad de Adeje, en Tenerife y recibía regularmente la visita de su exesposa con sus dos hijos.
Thomas había visitado el lugar elegido una zona recóndita y agreste y engañó a su familia con el pretexto de enseñarles la cueva, una galería muy profunda, donde los asesinó y escondió los cuerpos bajo piedras.