El esgrimista húngaro, Pal Szekeres, nacido en 1964, ganó su primera medalla olímpica en Seúl 1988 en la modalidad Floretes por equipo. Tras ello sufrió un accidente vehicular que lo dejó en silla de ruedas, y lejos de rendirse, siguió su carrera deportiva y consiguió seis preseas más como atleta paralímpico.
"Ví un cartel frente a la casa de mi abuela, donde el departamento de esgrima de la Dózsa Újpest anunciaba una audición; los interesados podían conocer a la campeona mundial de esgrima Ágnes Simonffy Tóth. Aproveché, me uní a los entrenamientos, aprendí lo básico en Mária Horváth, pasé ‘de la mano’ de Sándor Beliczay en otoño de 1976, quien me ayudó hasta el final de mi carrera como deportista", declaró sobre sus inicios en una entrevista para el Comité Paralímpico de Hungría.