La planta de energía fotovoltaica Finis Terrae emplazada en el Desierto de Atacama ya comenzó sus funciones. Tiene una capacidad instalada de 160MW y puede generar más de 400 gigawatt por hora, una cantidad de energía eléctrica suficiente para alimentar el consumo de 200 mil hogares del país.
La infraestructura que alberga más de medio millón de paneles solares se encuentra construida en un terreno fiscal entregado en concesión por la Secretaría de Estado. El ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, señaló que "su construcción es un significativo paso adelante en consolidar el liderazgo mundial en Chile en materia de crecimiento en energías renovables".
El titular de Bienes Nacionales agregó que con este tipo de proyectos se evita la "emisión a la atmósfera de más de 198.000 toneladas de CO2 al año".
La inversión del parque llegó a los 720 millones de dólares y su levantamiento se inició hace poco más de un año. La central cuenta con un total de 668.160 módulos solares para un mejores aprovechamiento de la radiación a lo lardo de la trayectoria del sol. Según la compañía a cargo, esta será la planta "con la fuerza del sol más grande de América del Sur".