Cuando tenía 17 años, un adolescente decidió grabarse con su teléfono celular mientras mantenía relaciones sexuales con su pareja como un juego íntimo. Sin embargo, en un descuido le sustrajeron el video y lo hicieron público entre sus compañeros de colegio.
El hecho llegó a oídos del director del establecimiento, quien presentó una denuncia en la Fiscalía con el video adjunto, provocando que el joven fuese citado por la Policía de Investigaciones (PDI) de Rancagua por el delito de almacenamiento de pornografía infantil.
La familia del involucrado declaró estar desesperada por las consecuencias que el video está generando en la vida del adolescente, debido a que éste ha sido masificado en Internet.
Si bien el material audiovisual fue grabado en un contexto íntimo y con consentimiento de las partes (ambos menores de edad), al ser público "el delito se verifica" y pasa a ser producción de material pornográfico infantil, según explicó el abogado Daniel Álvarez.