Una burocracia "insoportable" denuncia la familia de un hombre que falleció hace más de tres meses y aún no puede ser enterrado.
La razón sería la inexplicable peregrinación entre reparticiones públicas que mantienen el cuerpo de Juan Abarzúa, desde octubre de 2013, en el cinerario de la comuna de Recoleta.
Los trámites ya realizados no permiten que su familia lo incinere, por lo que la familia del hombre se encuentra a la espera de otro oficio que autorice la posibilidad de cremar el cuerpo.
Dicho oficio debería ser entregado, presuntamente, por el fiscal de Parral, Nelson Riquelme, aunque éste niegue que el trámite sea de su responsabilidad y apunta al Servicio Médico Legal de Santiago.