Ocho imputados por el caso Luchsinger-Mackay escribieron una carta para anunciar que llevarán a cabo un huelga de hambre líquida de carácter indefinido.
Esta determinación la tomaron debido a que, según escribieron, han sido vulnerados sus derechos y exigen un "juicio justo en un plazo razonable", "libertad bajo el artícula 140" y la "no aplicación de la Ley Antiterrorista".
Las ocho personas se encuentran recluidas en la cárcel de Temuco y se declaran inocentes. Acusan que el fiscal Alberto Chiffelle obligó a José Manuel Peralino a tortura y humillaciones para que los inculpara.
Los firmantes de la carta son: Hernán Catrilaf, Sabino Catrilaf, José Cordoba, Eliseo Catrilaf, Aurelio Catrilaf, José Tralcal, Luis Tralcal y Juan Tralcal.