El ministro del Interior, Mario Fernández, llegó hasta la iglesia de la Gratitud Nacional para revisar el estado en que quedó el Cristo que fue destruido la mañana de este jueves por encapuchados.
"Quiero expresar la condena por parte del Gobierno por este tipo de actos, independientemente que se trata de una sede de culto religioso, lo que se ha visto en las imágenes es un síntoma muy preocupante de lo que algunas personas están llegando a realizar en nuestro país", sostuvo.
Asimismo, aseguró que existe una solidaridad por parte del Gobierno "con los dueños de casa" en referencia al Obispo Ramos.
"El general Vidal, de Carabineros, me expresó que están en curso las investigaciones para dar con los responsables de este delito y entiendo que hay algunos hallazgos preliminares", aseguró.
El ministro del Interior hizo un llamado a hacer una diferencia entre la libertad de expresión y los actos vandálicos.
Respecto a las siguientes autorizaciones ante manifestaciones, "no es posible opinar en general respecto a la autorización en determinados lugares, lo que debemos perseverar es examinar bien la evolución de las marchas (...) pero no puede ser una restricción del derecho que tienen todos los ciudadanos".
Fernández aclaró que la Intendencia de Santiago está formulando una querella respecto a la destrucción del patrimonio. Además, aseguró que la condena a estos hechos no tiene que ver con "ser o no católico".
Respecto a las eventuales libertades en las que quedan los culpables de estos actos, el ministro del Interior aseguró que "esa es tarea del Poder Judicial (...) es imposible pensar que todo arreglo a las leyes, pero es necesario que nos preocupemos como país de nuestra educación y los estímulos que poseen los jóvenes para proceder así".
Foto: TVN