Sólo quieren justicia y que alguien les ayude a encontrar los culpables.
Es lo que pide la familia de Andrés Ávila Barra, un joven funcionario del Ministerio de Educación que perdió la vida el domingo luego de ser golpeado la semana pasada, en medio de las celebraciones por la clasificación de Chile al Mundial de Brasil 2014.
Sobre cómo fueron hechos, sólo se sabe que el joven de 34 años, y un acompañante, viajaban en un bus del Transantiago para festejar el logro de la Selección.
Por causas que se investigan, una turba de personas comenzó a destruir el microbús en el que iban y Ávila Barra defendió al conductor, acción que terminó con él siendo golpeado en las cercanías de la Alameda con Ricardo Cumming.
"No hallo qué hacer. Salimos a celebrar un partido. Sale bien y vuelve en un cajón", dijo desconsolado Jean Paul Araya, quien acompañaba a la víctima que deja dos hijos, de cinco y nueve años, respectivamente.
Ahora, la familia pide que un taxista -quien habría visto todo- se atreva a declarar. Sin embargo, aseguran que él no lo quiere hacer.