Tras el tsunami del 2010 María Eugenia Campos, damnificada de Dichato, recibió una curiosa carta.
Se trataba de una misiva anónima, acompañada de distintos objetos tejidos en lana, que le deseaba ánimos y fuerzas para continuar luego de que el agua arrasara con su vida cotidiana.
A cinco años del suceso, María Eugenia pudo devolver el gesto.
Se alistó tejiendo junto a sus amigas del sur y pudo encontrar a la mujer anónimaque envió la carta el 2010, una copiapina que ahora vio su ciudad arrasada por aludes e inundaciones.
Para saber más de esta emocionante y esperanzadora historia, te invitamos a ver la nota de 24 Horas Central: